Actualmente, el avance de la entomología forense ha
permitido abrir ciertas puertas a las investigaciones criminológicas que hace
unos años parecían ciencia ficción. Una de esas nuevas puertas, usadas ahora
por la policía, de forma casi rutinaria, es la entomotoxicología forense. Esta se basa, en el uso de los insectos para la detección
de drogas y otras posibles toxinas en la escena de un crimen. Normalmente, los
insectos que se alimentan del cadáver pueden servirnos de gran ayuda dado que
almacenan las toxinas presentes en él, de manera que un posterior análisis en los
tejidos del cadáver no nos muestre la presencia de drogas o sustancias
extrañas, por el rápido metabolismo de éstas, mientras que realizar el estudio
pormenorizado de los insectos puede permitirnos descubrir, con mayor certeza, si se hallaban presentes dichas sustancias o no.
Procedimiento:
1º.-Recolección de ejemplares.
2º.-Identificación taxonómica.
3º.-Análisis toxicológico de los invertebrados.
Pero..¿Por qué son tan buenos los insectos para detectar las
toxinas?
Como hemos dicho anteriormente, puede ocurrir que nos
sea imposible el estudio de las drogas o toxinas en el cadáver (en el caso de, por ejemplo, encontrarse el cuerpo en un estado de descomposición demasiado avanzado) y no
recoger las muestras necesarias para realizar las pruebas pertinentes y poder así determinar la presencia de esos
estupefacientes en el cuerpo. Además, los insectos que incorporan estas
toxinas, por regla general, tan sólo incorporan y acumulan las sustancias en su cuerpo, pero no las metabolizan, por lo que nos serán de gran utilidad para saber si el fallecido tenia dichas sustancias en el organismo cuando murió. Además, los insectos que se alimenten de estos insectos que contienen esas drogas en su interior, les sucederá
exactamente lo mismo y, por lo tanto, podemos crear una cadena trófica perfecta.
La bioacumulación, por consiguiente, podría ser de gran ayuda para determinar
la fecha exacta de la muerte de un sujeto.
Algunos ejemplos de insectos que sirven en esta ciencia son:
Creophilus maxillosus: en la cual se puede ver el contenido de mercurio.
Calliphora vicina: la cual almacena morfina en la cutícula.